8/febrero/2025
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Parte 2
Testimonio bajo el tema: Habiendo practicado el catolicismo y el pentecostalismo evangélico, ¿cómo llegué al conocimiento de la salvación, solo por la gracia de Dios?
1. El entorno familiar y su influencia religiosa
Desde pequeña, la religión ocupó un rol importante en mi vida, no solo en la escuela, sino también en casa, donde las enseñanzas de la Iglesia Católica se entrelazaban con la rutina diaria.
Mami, devota católica, dio una formación según la tradición católica desde que abría los ojos por la mañana hasta la hora de dormir.
Cada día, antes del desayuno, tenía que rezar una oración sencilla, pero que marcaba el tiempo, similar a la música del comienzo de un nuevo día. Tal costumbre, se convirtió en una necesidad de comenzar el día bajo la protección de la Divina Virgen Madre de Dios, como decía mi madre.
Ella siempre tan cariñosa, me enseñó las primeras oraciones, aquellas que repetíamos con devoción antes de ir a la cama, como el “Padre Nuestro” o el “Ave María”. Recuerdo la sensación de la suavidad de sus manos en mi cabeza mientras me bendecía.
A menudo me explicaba que Dios estaba en todas partes y que, si me portaba bien, él me cuidaría siempre. Cuando íbamos a misa, ella siempre lideraba con el ejemplo, guiándonos en cada paso, desde el momento de entrar a la iglesia hasta el acto de comulgar.
Los fines de semana, la misa dominical era una tradición irrenunciable. Aunque en mis primeros años no entendía del todo el significado de lo que sucedía allí, sabía que ese tiempo en las Misas Dominicales en la iglesia católica era especial.
La iglesia se llenaba de un ambiente solemne, pero a la vez reconfortante, como un lugar donde todo estaba bajo control. Había algo de misterio en la liturgia de los cánticos donde predominaba el Ave Maria.
La estatua de la Virgen Maria, la madre de Dios siempre en el altar, rodeada de velas, flores y las lámparas de aceite, que emitían una luz suave.
Mami se aseguraba de que estuviéramos allí, puntuales, como si fuera una obligación moral que debíamos cumplir, basada en la cosmovisión de que había que hacer las cosas bien delante de Dios para ganarnos su bendición.
Ella siempre me transmitió historias sobre los santos, los milagros y el amor incondicional de Dios. A veces, cuando me sentaba a su lado, me pedía que le ayudara a rezar el rosario. Con ella aprendí que el rosario se rezaba como un acto de fe, sintiéndome conectada de esta manera con la Virgen Maria.
Los domingos no solo nos limitábamos a la misa, sino que, dependiendo de la época del año, había celebraciones religiosas que marcaban nuestro calendario. Las festividades como la Navidad, la Semana Santa, y las celebraciones de santos eran esperadas con gran emoción, pues cada una traía consigo una serie de rituales especiales.
La Semana Santa, por ejemplo, era un momento de regocijo, con procesiones, misas especiales y momentos de reflexión que mi familia tomaba muy en serio.
2. Recuerdos de infancia: Fe y educación en la tradición católica.
Introducción
La infancia es una etapa marcada por descubrimientos y aprendizajes que perduran en nuestra memoria. Para mí, uno de los momentos más significativos de mi infancia cuando vivía en Filadelfia, fue el momento de mi bautismo infantil y el ingreso al colegio católico, donde no solo aprendí las primeras letras, sino el interactuar con otras personas en el desarrollo de la tradición católica.
a. Bautismo: Un Sacramento de Amor y Tradición
A pesar de que era demasiado pequeña para recordar mi propio bautismo, este sacramento ha dejado una huella en el transcurso de mi vida pasada.
b. Los Preparativos y el Papel de las Monjas
Mami, con ojos brillantes de emoción, me contó muchas veces sobre los preparativos de mi bautismo infantil. Las monjas de la parroquia en Filadelfia, jugaron un papel fundamental en este proceso, no solo como guías espirituales sino como mentoras para mi madre.
Según lo que mami me narraba, que con paciencia y dedicación, las monjas dirigieron las clases de preparación bautismal, explicando el profundo significado de cada elemento del sacramento. Durante estas sesiones, ella aprendió sobre la importancia del sacramento como puerta de entrada a la vida cristiana.
Una vez bautizada desde bebé automáticamente somos hijos de Dios y miembros de la Iglesia Católica y enfatizaron la importancia de este sacramento para que los padres ayudaran a sus hijos a la formación espiritual.
En el catecismo, las monjas les enseñaron las oraciones fundamentales, el significado de los símbolos bautismales y la importancia de crear un hogar católico donde la fe pudiera florecer.
c. El Medallón de la Virgen de Guadalupe según la fe católica:
En el sacramento del bautismo católico, cada símbolo tiene un significado profundo que une la fe con la tradición. Dos elementos destacados en mi ceremonia bautismal fueron la vela bautismal y el medallón de la Virgen de Guadalupe.
d. La Vela Bautismal
Les explico, la vela que encienden los padrinos durante mi bautismo representa la luz de Cristo entrando en la vida del bautizado. Se enciende del Cirio Pascual, simbolizando la transmisión de la fe y la luz divina.
Recuerdo que mami me explicó el porqué del gesto que está inspirado en las palabras de Jesús: "Yo soy la luz del mundo". Al encender la vela, los padrinos se comprometen a ayudar a mantener viva la fe en su ahijado/a.
e. El Medallón de la Virgen de Guadalupe
Como parte del sacramento del bautismo se me asignó el medallón de la Virgen de Guadalupe es un símbolo de la fe católica como una protección especial maternal. Aunque no es un elemento obligatorio del bautismo, representa la bendición y el cuidado de la Virgen María sobre el infante.
Este medallón bendecido durante la ceremonia se convierte en una señal constante de la fe católica en el bautizado por el resto de su vida.
3. Símbolos de Fe
Cada elemento del bautismo llevaba consigo un profundo significado espiritual. La vela del bautismo, que se encendió como símbolo de la luz de Cristo, representaba mi entrada en la comunidad de la fe católica. Las monjas explicaron a mis padres cómo esta luz simboliza su responsabilidad de mantener viva la llama de la fe católica en mi vida.
4. Un Legado de Amor
Uno de mis recuerdos más preciados es ver a mami doblando con ternura mi ropa de bautismo, años después de la ceremonia. En ese momento tan íntimo, mientras sus manos acariciaban la tela con delicadeza, compartió conmigo la alegría que sintió durante los preparativos. Esta simple acción de guardar y preservar la ropa de bautismo que para ella se convirtió en una forma tangible de conectarse con ese momento sagrado de mi infancia.
5. Reflexiones sobre el Sacramento
El bautismo infante, más allá de ser un sacramento, representó el comienzo de mi camino en la religión católica. Las monjas enfatizaron a mis padres que este sacramento no era solo un evento social, sino un momento en que me convertía en hija de Dios y de la Madre Iglesia Católica.
6. Conclusión
Mi bautismo, aunque existe en mi memoria a través del testimonio de mami, esto representaba el fundamento de mi fe católica.
La dedicación de las monjas en la preparación, el compromiso de mis padres con el catecismo, y símbolos como el medallón de la Virgen de Guadalupe, son testimonios del amor y la fe que rodearon la creencia de ese sacramento.
Gracias por acompañarme en este espacio y por regalarme tu tiempo y atención. Ha sido un placer compartir este momento con ustedes.
Cuéntame, ¿qué te ha parecido el episodio de hoy? Me encantaría saber tu opinión. Nos vemos en la próxima, ¡hasta entonces!
𝑀𝑎𝑟𝑖𝑎 𝐼𝑧𝑎𝑏𝑒𝑙 𝑀𝑒𝑠𝑡𝑟𝑒
Profeta de Yom Teruah Ministries®
Pentecostales Reformados
La Caverna del Profeta®
Carolina, Puerto Rico
profetamariaimestre@gmail.com
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